Si hubiera tenido esto hace diez años.
La Pentel Pocket Brush Pen es, por resumir, una puta maravilla: como una pluma estilográfica normal, con sus cartuchos de tinta (en este caso de tinta negra especial resistente al agua y al desvanecimiento), pero con punta de pincel. El pincel, de cerdas sintéticas, es extraordinariamente resistente y mantiene su forma sin problemas.
Terminaron, por tanto, los problemas asociados al entintado con pincel, la recarga contínua, el mantenimiento de la punta, la limpieza del pincel tras cada sesión.
Incluso, si me obligan, les diré que supone también el fin de ciertas rigideces y temores que, desde siempre, ha lastrado la práctica de esta técnica, una de las más complejas de dominar en el campo de los comics. Porque ahora puedes estar pendiente del entintado y no de si el pincel va demasiado cargado y puede gotear o, al contrario, está perdiendo la tinta a mitad de una línea especialemnte larga y que estabas bordando, de las manchas de tinta en los dedos, ETC...
Inicialmente concebida para caligrafía japonesa y de fabricación nipona, la PPBP mantiene, por algún extraño misterio de la naturaleza, el flujo de tinta constante desde la primera carga. ¿Que quieren una pega? De acuerdo, resulta prácticamente imposible entintar con técnicas de pincel seco.
Claro.
Ah, y si hace mucho, mucho calor el flujo de tinta puede ser ligeramente superior al deseado.
Leo por Internet que muchos dibujantes y entintadores realizan ya gran parte de su trabajo con esto y con la ayuda de un Faber-Castell Pitt Artist Pen B para las líneas más finas. Ahí lo tienen: no se fíen de mí, fiense de los profesionales y tiren de una vez a la basura sus viejos pinceles y plumillas.
Y, de postre, les dejo con un dibujillo entintado con la PPBP.